miércoles, 29 de julio de 2009

Esquina 20 al 26 de julio de 2009: La esperanza es lo último que se pierde

Las sensaciones que atraviesa un pescador en cada travesía son incontables, pero es cuando llega el pique y se asienta la clavada cuando todo pasa a segundo plano y sólo importa, en ese momento, la conexión pez-pescador que genera el fino nylon que los une. Una vez izada la pieza ya todo es paz y alegría. Fotos para ayudar a la memoria a recordar el momento y luego, la decisión tan importante en estos días de devolver a su medio el contrincante animal que semajante satisfacción nos dió.




Ese es el pensamiento que nos dejo este viaje de pesca, que de pesca poco tuvo debido al intenso frío que golpeó en casi todo el pais y aparentemente, como dicen los lugareños correntinos, el pez tiene "la boca dura" y no come o lo hace con poca voracidad.




















El viaje que venía siendo programado hace ya un año atras al finalizar la flotada por el rio corriente, se vio afectado por una bajante considerable del mencionado río, lo cual nos vio obligados a reprogramar la salida. Asi también como la intensa lluvia que cayó durante dos interminables días de nervios y ansiedades al por mayor.







Finalmente el miércoles 22 despejó y a pesar del fuerte viento que soplaba nos embarcamos a la aventura.


Aventura porque todos los mapas, waypoints, tracks, rutas y demas yerbas planificadas fueron echadas por la borda y la antigüa travesía por el Río Corriente se transformo en un harcerse camino ante el intrincado y diverso delta esquinense.
Los primeros días encaramos al noroeste de la ciudad en busca de ríos con buena correntada y ámbitos de pesca afines.
Un fuerte viento sur nos molestó constantemente haciendo de la pesca, salvando un par de "llaveritos" en una gran laguna, algo practicamente nulo.





Frío, viento y nada de pesca nos obligo a replantear nuestro rumbo y decidimos abordar el Corriente a la mitad de nuestra anterior travesía.














El resultado fue el mismo: nulo. Lugares que en nuestra imaginación prácticamente podiamos "ver" saltar a los dorados no mostraban indicios de actividad.



















Asi, nuevamente cambiamos nuestro rumbo, esta vez aguas abajo de esquina, unos 20 kms por el rio Corriente y delta adentro.


Veíamos de todo: Chanchos, vacas, lobitos de río, tortugas, las más diversas especies de pájaros, culebritas duras por el frío, y hasta un zorro!! pero de peces...nada. Los lugareños nos bajaban el pulgar al preguntarles como andaba la pesca y la cosa se ponía gris oscuro. Nos salvo la belleza del lugar, la amabilidad de la gente y nuestras ganas de encontrar "la zona", lo cual nos mantuvo espectantes hasta el último momento.













Ya siendo domingo y con un importante trayecto aguas arriba por el gran Paraná, arribamos a un sector sercano a la ciudad de Esquina donde ya el año pasado nos había dado resultado. En todo el trayecto vimos muchas lanchas con las caras largas de poco pique.














Una vez fondeados empezamos a pescar!! increiblemente, despues de 150 kms de travesía, fuimos a dar con el pescado a 3 kms de nuestro destino final, en lo que era nuestra última jornada de pesca.













No fue una gran pesca, apenas 6 dorados, pero muy peleadores con cañas livianas de bait cast y señuelos, ya que las morenas no los estaban atrayendo. quizas por estar bien alimentados (ver foto), uno de los dorados tenía en su boca un amarillito vivo! y aún así atacó una cuchara ondulante. Creemos que atacaban por irritación y no por hambre. Logramos izar un dorado de unos 4,200kg el cual fue visto por una canoa de lugareños que pasaba, quienes pedían a gritos que le regalásemos el dorado al ver nuestras intenciones de devolverlo al medio. Poco pudieron hacer, la decision ya estaba tomada desde el momento que tomó la cuchara. Ojalá que crezca y nos dé muchos más dorados!


















Asi pasamos unos increíbles y frescos 5 días de pesca, en los cuales pudimos apreciar la diversidad de paisajes que guardan los alrededores de esta amable ciudad, volver a disfrutar del cálido recibimiento por parte de los esquinenses y afirmar el dicho "persevera y triunfarás", a no habernos dado por vencidos y buscar hasta último momento la pesca del dorado, esquivo, dificil y tan emocionante que tiene nuestro gran litoral.