sábado, 14 de noviembre de 2009

Se despertaron las taruchas en el Delta

Después de varios meses de pescar en casa...(leer revistas, foros, desarmar y armar mil veces el bolso de pesca, etc), pudimos hacer una corta pero linda pesca y con resultados muy positivos.El fin de año nos tiene a muchos bien atareados, y, como consecuencia, las salidas de pesca son bastante dificiles de programar, aunque siempre presentes en nuestra agenda mental.

Este jueves 12 salimos tipo 21 hs rumbo a los alrededores de los bajos del temor, con las intenciones de pasar la noche allí para poder comenzar a pescar bien temprano, ya que debíamos regresar por la tarde a la ciudad.
Nos refugiamos bien, debido a que en el horizonte no muy lejano se podía observar una tormenta eléctrica amenazadora. No fueron más que unas gotas (lo peor cayó el viernes). Por la mañana temprano, previa mateada, nos pusimos en marcha en búsqueda de una pesca híbrida que nos apasiona: la pesca de bogas y tarariras.Pudimos dar fácilmente con las primeras, aunque chicas, pero bastante peleadoras. Entre varias, salieron también las bogas de tres manchas que poseen una vivacidad y lucha que la convierten en una especie sumamente deportiva. Luego de divertirnos un rato con ellas y un poco de variada también, decidimos ir en búsqueda de la especie con la que queríamos dar, y con ellas estrenar 2 flamantes varas que prometían. Y luego de recorrer varios arroyos bajo un sofocante sol, típico de un día de enero, pudimos dar con ellas. Tuvimos un pique de una tarucha bien grande, pero al parecer el soquete de boga encarnado era del tamaño adecuado para la boca de un cocodrilo, y luego de combatir un poco, logró escupir el cebo delante de nuestras sorprendidas miradas ante tan lindo pique. Luego de un par de llevadas más, decidimos probar en otro arroyo prometedor que se hallaba cerca pero resultó en fracaso. Con lo cual optamos por regresar a "la cueva", esta vez con mas cautela que antes para no alterar el medio.Allí fue una fiesta. Un pique tras otro de lindas taruchas, todas arriba del kilo y medio de peso, y todas devueltas sanas y salvas a su medio, en donde esperamos encontrarlas en futuras salidas y ya un poco más crecidas.También se encontraban las boguitas, las cuales se divirtieron un lindo rato con una boya plop encarnada con boga, hasta que decidimos activar una caña para boga encarnada con corazón (caranada más rendidora para boga en esta salida) para prácticamente en seguida dar con el pique.Todo esto en medio día de pesca, con un sol sofocante por momentos y luego adelantando la vuelta ya que una tormenta se venía formando en el cielo y el barómetro venía bajando considerablemente. Acertada decisión, ya que al llegar a la guardería explotó un aguacero importante.

Es muy importante preservar el medio, cuidemos nuestro delta, no tiremos basura, devolvamos los peces al río, no transformemos este paraíso en una gran cloaca muerta. Hagámoslo no sólo por la madre naturaleza, sino también, por nosotros.


Brindemos por la Pesca!

miércoles, 29 de julio de 2009

Esquina 20 al 26 de julio de 2009: La esperanza es lo último que se pierde

Las sensaciones que atraviesa un pescador en cada travesía son incontables, pero es cuando llega el pique y se asienta la clavada cuando todo pasa a segundo plano y sólo importa, en ese momento, la conexión pez-pescador que genera el fino nylon que los une. Una vez izada la pieza ya todo es paz y alegría. Fotos para ayudar a la memoria a recordar el momento y luego, la decisión tan importante en estos días de devolver a su medio el contrincante animal que semajante satisfacción nos dió.




Ese es el pensamiento que nos dejo este viaje de pesca, que de pesca poco tuvo debido al intenso frío que golpeó en casi todo el pais y aparentemente, como dicen los lugareños correntinos, el pez tiene "la boca dura" y no come o lo hace con poca voracidad.




















El viaje que venía siendo programado hace ya un año atras al finalizar la flotada por el rio corriente, se vio afectado por una bajante considerable del mencionado río, lo cual nos vio obligados a reprogramar la salida. Asi también como la intensa lluvia que cayó durante dos interminables días de nervios y ansiedades al por mayor.







Finalmente el miércoles 22 despejó y a pesar del fuerte viento que soplaba nos embarcamos a la aventura.


Aventura porque todos los mapas, waypoints, tracks, rutas y demas yerbas planificadas fueron echadas por la borda y la antigüa travesía por el Río Corriente se transformo en un harcerse camino ante el intrincado y diverso delta esquinense.
Los primeros días encaramos al noroeste de la ciudad en busca de ríos con buena correntada y ámbitos de pesca afines.
Un fuerte viento sur nos molestó constantemente haciendo de la pesca, salvando un par de "llaveritos" en una gran laguna, algo practicamente nulo.





Frío, viento y nada de pesca nos obligo a replantear nuestro rumbo y decidimos abordar el Corriente a la mitad de nuestra anterior travesía.














El resultado fue el mismo: nulo. Lugares que en nuestra imaginación prácticamente podiamos "ver" saltar a los dorados no mostraban indicios de actividad.



















Asi, nuevamente cambiamos nuestro rumbo, esta vez aguas abajo de esquina, unos 20 kms por el rio Corriente y delta adentro.


Veíamos de todo: Chanchos, vacas, lobitos de río, tortugas, las más diversas especies de pájaros, culebritas duras por el frío, y hasta un zorro!! pero de peces...nada. Los lugareños nos bajaban el pulgar al preguntarles como andaba la pesca y la cosa se ponía gris oscuro. Nos salvo la belleza del lugar, la amabilidad de la gente y nuestras ganas de encontrar "la zona", lo cual nos mantuvo espectantes hasta el último momento.













Ya siendo domingo y con un importante trayecto aguas arriba por el gran Paraná, arribamos a un sector sercano a la ciudad de Esquina donde ya el año pasado nos había dado resultado. En todo el trayecto vimos muchas lanchas con las caras largas de poco pique.














Una vez fondeados empezamos a pescar!! increiblemente, despues de 150 kms de travesía, fuimos a dar con el pescado a 3 kms de nuestro destino final, en lo que era nuestra última jornada de pesca.













No fue una gran pesca, apenas 6 dorados, pero muy peleadores con cañas livianas de bait cast y señuelos, ya que las morenas no los estaban atrayendo. quizas por estar bien alimentados (ver foto), uno de los dorados tenía en su boca un amarillito vivo! y aún así atacó una cuchara ondulante. Creemos que atacaban por irritación y no por hambre. Logramos izar un dorado de unos 4,200kg el cual fue visto por una canoa de lugareños que pasaba, quienes pedían a gritos que le regalásemos el dorado al ver nuestras intenciones de devolverlo al medio. Poco pudieron hacer, la decision ya estaba tomada desde el momento que tomó la cuchara. Ojalá que crezca y nos dé muchos más dorados!


















Asi pasamos unos increíbles y frescos 5 días de pesca, en los cuales pudimos apreciar la diversidad de paisajes que guardan los alrededores de esta amable ciudad, volver a disfrutar del cálido recibimiento por parte de los esquinenses y afirmar el dicho "persevera y triunfarás", a no habernos dado por vencidos y buscar hasta último momento la pesca del dorado, esquivo, dificil y tan emocionante que tiene nuestro gran litoral.